jueves, 14 de marzo de 2013

Dos historias de brujas...







Como todos saben, las creencias en las brujas, hechiceras, magos, maleficios, filtros y pactos con el diablo subsisten todavía en la actualidad y no se puede decir que estén destinados a desaparecer.

María Dominica nació en un pueblo situado en las cercanías de Milán, en la noche entre el 24 y 25 de junio, la única noche del año en que, según la leyenda, las brujas salen de sus escondrijos y vuelan montadas sobre sus escobas y con horribles gritos se reúnen en un lugar escondido. Aquella noche (era el año 1899), bajo la ventana de la habitación en donde María Dominica estaba naciendo, se reunieron trece gatos negros aparecidos de forma misteriosa de un bosque lejano. Maullaban tan fuerte que ahogaban por completo los gritos de la parturienta. En el instante en que la niña abrió los ojos, los gatos se callaron y huyeron entre los árboles, mientras la luna, que hasta aquel momento había inundado de la luz el campo, desaparecía bajo una imprevista capa de nubes fúnebres, apareiendo de súbito una terrible tormenta, de la que quedó memoria por su intensidad durante muchos años.

La fecha de nacimiento (aquella noche del último año del siglo), el "concierto" efectuado por los gatos negros, la desaparición de la luna seguida por una gran tempestad,  y el hecho de que la niña naciera sietemsina, no les parecieron extravagantes a los padres de la pequeña. Ciertamente, su madre, en el transcurso de los años, tuvo varias ocasiones de llamarla bruja, pero no imaginó nunca que, una vez aulta, su hija estuviera en poder de efectuar obras mágicas. Cumplidos los veinte años, en camio, la muchacha sintió crecer detro de sí una vocación más bien extraña: se sintió atraída por escrutar el futuro. Pero esto no era todo: sintió tambien que podía domar el futuro ajeno, o por lo menos aportar sensibles modificaciones.
Una de las personas que la dodeaban y que se había dado cuenta de todas estas circunstancias le ilustró sobre las extrañas circunstancias de su nacimiento. María Dominica era comadrona; siendo una hermosa muchacha, muy cortejada, cambió repentinamente el rumbo de su vida. Empezó a estudiar astrología y quiromancia, después se instruyó directamente con un mago y se convirtió en adivinadora del futuro y en practicante de magia, es decir, se hizo bruja. Como decía la gente que la conoció, estaba destinada ya desde su nacimiento a serlo.

Para Melisa V., bruja que todavía es muy conocida en nuestros tiempos, las cosas fueron diferentes y se desarrollaron de una manera más cruda. Melisa nació la última noche del mes de febrero en un año bisiesto. Era la séptima hija de una mujer que ya tenía seis hijas, sin haber tenido nunca ningún varón; vino al mundo marcada por el destino. Consciente de ello, la mdre, una humilde campesina que cumplía todas las leyes (religiosas, cívicas y populares), durante este séptimo embarazo no hizo más que rezar, esperando que finalmente naciera un varón.

El nacimiento de Melisa fue celebrado entre escenas de desesperación por parte de familiares y vecinos. Pocas semanas después de este acontecimiento, la madre murió consumida por una enfermedad incurable y también por la pena y el dolor de no haber tenido el niño que tanto había esperado; el padre, seguido por las seis hijas mayores, abandonó rápidamente el pueblo, abandonando a la recién nacida a su terrible suerte. Nadie quiso ocuparse de ella, los familiares la repudiaron. Fue acogida y educada por el cura del pueblo, el cual, desgraciadamente, murió cuando Melisa era apenas una adolescente. En aquel momento, algunas comadres del lugar se apresuraron a revelarle la terrible verdad y confiaron a la muchacha en manos de una maga. Melisa se convirtió, como es lógico, en maestra en sortilegios.

Estos dos personajes, María Dominica en Lombardía, y Melisa en Abruzzo, son consideradas las mejores brujas que ha tenido Italia.

En contra de las brujas se han efectuado toda clase de ritos. Por ejemplo, cada año, la gente de Sannio (italia) camina en procesión, con el párroco a la cabeza, para romper los hechizos de las brujas, las cuales solían reunirse en un lago en donde hacía ya mucho tiempo surgió un nogal legendario; era un nogal que los habitantes del ducado de Benevento veneraban como sagrado y que el obispo Barbato hizo arrancar en 663. Pero, como dicen las leyendas, las brujas continúan reuniéndose "contra viento y marea alrededor del ex nogal de Benevento".

Todos los años, los habitantes de este lugar mezclar lo sagrado y lo profano, prendiendo fuego a las escobas entre las letanías de la procesión: de este modo, las brujas, al sentir olor a quemado y las palabras de los salmos, se llanan de indignación y se refugian en sus escondrijos.

martes, 12 de marzo de 2013

Peligro de contactos "ouija y otros"

CULTO A LOS ESPÍRITUS


 

Desde tiempo inmemorial existe la creencia de que el hombre no muere, de que lo único que muere del hombre es su cuerpo, pero no su espíritu.
 
Los antiguos egipcios tenían todo un culto a esos muertos, que según ellos, algún día volverían. Este culto a la Reencarnación también se practica en otras religiones, y la totalidad de las religiones aseguran que el espíritu no muere, que queda en algún lugar del Espacio, en el Cielo, el Infierno, Purgatorio, Paraíso o donde sea, pero que queda en algún sitio. Por ello, el hombre ha buscado contactar con estos espíritus, preguntarles, saber, pedir, etc.
 
En los libros sagrados de estas religiones (Biblia, Bagabad Guita, PopolBul, Libro de los muertos, Coran, etc.) nos hablan de ello y nos lo da como positivo o negativo, según la entidad con la que contactemos.
 
Hasta hace muy pocos años no existía una corriente debidamente estructurada sobre espiritismo, pues, como decimos, cada religión tiene sus contactos, pero es a través de las hermanas Fox, en 1847, que empezó lo que denominamos Espiritismo Moderno.
 
Margarita y Catalina, de 8 y 6 años respectivamente, vivían con sus padres en Hydesville (EEUU), allí empezaron a oir ruidos y golpes extraños. Pararon los días y los golpes seguían, hasta tal punto que se convirtieron en algo habitual para las nipñas, de manera que acabaron comunicándose con ellos. Al princpio les pedían que repitiesesn las palmadas, hasta acabar estableciendo un código para preguntas y respuestas., dando un valor númerico a cada letra. De esta manera lograron identificar el nombre de Charles Rayn, que les dijo que había sido asesinado en esa misma casa. Los hechos fueron divulgados por la prensa, e iniciaron una corriente que hoy denominamos espiritismo. Muchos aficionados se pusieron a practicar en lugares como Inglaterra, Alemania, Rusia, España, Francia y los más interesados en el tema llegaron a crear Células Espiritistas por todo el mundo. Su máximo exponente, Alan Kardec, escribió varias obras dedicadas a los Espíritus, como más conocidas: "El libro de los espíritus", "El libro de los Medium" y "El Evangelio según el Espiritismo.
 
A partir de ese momento el deseo de contactar con los espíritus ha ido creciendo de manera que el 50% de la población ha intentado contactar a través de algún medio, otro 40% practica el culto a los muertos, ya sea llevando flores a sus tumbas, coocando velas, pidiendo o adorando a muertos o Santos, que no son más que espíritus desencarnados, y sólo un 10% de la población está esinteresadad del todo por el tema.
 
De una forma sencilla diremos que nuestro cuerpo está formado por diferentes envolturas, a saber, cuerpo Físico, cuerpo Astral, cuerpo Mental y cuerpo Espiritual.
 
Podríamos decir que el cuerpo Espiritual es el alma viviente, que ha penetrado en ese feto que acaba de ser engendrado, dándole esa inmoratilidad, dándole esa información que tiene de vidas anteriores, que es el motor que mueve la envoltura material del cuerpo Físico. Sin ese motor-espíritu el Ser humano sería un vegetal, sin que elo quiera decir que el resto de las cosas no tengan su "espíritu", ya que el Universo está compuesto de diferentes formas espirituales, de diferentes energías, unas más evolucionadas que otras.
 
La verdad es que estamos rodeados de infinidad de energías de diferente grado de evolución, todo está en su peldaño de la escalera, todo tiene su grado de "principio de polaridad", esto es, que lo opuesto no es ni más ni menos que la misma cosa pero en grado o peldaño diferente, como ejemplo más fácil sería la oposición entre frío y calor, ya que aún siendo opuestos, no son otra cosa que una diferenciación de grados.
 
Ocurre lo mismo con las Energías-Espíritus, de los que existen una infinidad y los podríamos enumerar, de menor a mayor grado de la siguiente manera:
 
-Fuerzas de bajo astral
-Fuerzas elementales de la naturaleza
-Espíritus desencarnados
-Otras entidades espirituales
 
En cada uno de estos apartados hay cantidad y cantidad de Espíritus o energías con vida propia que en cualquier momento pueden aparecer en una sesión o invocación de llamada.
 

domingo, 10 de marzo de 2013

El famoso accidente del camping de Los Alfaques





El accidente del camping de Los Alfaques se produjo el 11 de julio de 1978 en un camping de playa situado en el municipio de Alcanar, comarca del Montsià en la provincia de Tarragona(España), a solo 3 km del núcleo urbano de San Carlos de la Rápita, donde tuvo lugar un gravísimo accidente por la explosión de un camión cisterna que transportaba propileno licuado. El resultado fue de 215 fallecidos, más de 100 heridos graves, y la destrucción de la mayor parte del camping.



El camión cisterna cargado con 25 toneladas de propileno licuado salió desde Tarragona de la refinería Enpetrol y se dirigió hacia el sur por la actual N-340, hacia Alicante. La cisterna tenía una capacidad aproximada de 45 metros cúbicos y la cantidad cargada era de unas 25 toneladas cuando la máxima cantidad permitida era de 19,35 a una presión de 8 bar (unas 8 atmósferas). Además, la cisterna, fabricada en acero al carbono, no disponía de ningún sistema de alivio de presión.

Probablemente para ahorrarse el paso por el peaje, que el conductor del camión cisterna habría tenido que pagar de su propio bolsillo, decidió conducir por la N-340 en dirección sur. Después de recorrer 102 kilómetros, en el kilómetro 159,5 y siendo las 14:35, al pasar por delante del camping “Los Alfaques”, ocurrió la catástrofe. En ese momento, el camping tenía registradas unas 800 personas, y se estima que entre 300 y 400 se encontraban dentro del radio de la explosión, calculada entre 0,5 y 1 km, y que mató instantáneamente a 158 personas.




“Recuerdo haber visto un objeto volar. Nos quedamos todos mirando al cielo hasta que cayó y cuando cayó pues sé que hubo una explosión muy fuerte y a partir de ahí muchísimas explosiones”, comenta Laura Giménez, una superviviente.

Lo que ve Laura volar es la cisterna del camión cargado de gas, que cuando cae al suelo forma una gran bola de fuego que se come las caravanas y las tiendas que encuentra a su paso y acaba con la vida de muchos campistas.

La bola de fuego resultante cubrió en un instante la mayor parte del campamento, afectando la plaza al sur de la calle, y a muchos de los veraneantes que estaban allí. Además, las altas temperaturas, de más de 2000ºC, hicieron que la gran cantidad de bombonas de gas que había en el propio campamento se inflamaran, sumándose al fuego de la explosión.

En segundos, los cuerpos de más de 100 campistas se convierten en estatuas de carbón y los coches y las tiendas quedan destrozados por las llamas. Un centenar de turistas resultan heridos. La mayoría agonizan unas horas más hasta morir en el hospital porque las quemaduras son demasiado graves.



158 personas, entre las que se incluye el conductor del camión, murieron en el acto. La temperatura en la zona fue tan alta que hizo hervir el agua de la orilla del mar hacia donde las victimas huían.

Los heridos fueron transportados a los hospitales de Barcelona y Madrid y así como en la clínica especial La Fe de Valencia. Durante los días y semanas posteriores fallecieron otros 70 veraneantes debido a la gravedad de las quemaduras. En total murieron 215 personas, entre ellos muchos turistas alemanes así como franceses y belgas. Además, más de 300 personas sufrieron graves quemaduras de consecuencias persistentes.




La gravedad de las quemaduras dificultó la identificación de las víctimas. El trabajo de la Comisión de Identificación y el Departamento de Investigación Criminal de la República Federal Alemana permitió la identificación de todas. Voluntarios del Hospital Verge de la Cinta de Tortosa extrajeron muestras de sangre ventricular de 105 de los cuerpos del accidente, que se encontraban en el cementerio de Tortosa.

En enero de 1979, medio año después de la explosión, se da por finalizada la identificación de cadáveres. El balance de la tragedia es de 215 muertos y 67 heridos.




A veces las tragedias se repiten como si el tiempo se hubiese quedado encadenado a ese lugar. Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez.

Algo así es lo que experimentó Javier Martín Moraleda natural de Zaragoza, quien estando de vacaciones en San Carlos de la Rápita, el 19 de Agosto del 2003 se fue con su mujer e hija a visitar Peñíscola y a la vuelta llegando ya a San Carlos sobre la 1:30 o 2 de la madrugada, decide dar las luces largas debido a que era una noche sin luna y apenas se veía nada. Fue entonces cuando pudo observar a siete u ocho personas al otro lado de la carretera, invadiendo incluso el carril y separados entre si por una distancia aproximada de 1 o 1,5 metros.

Según el testigo pudo distinguir a alguna que otra mujer entre el grupo pero el que más le llamó la atención fue el último de la fila, un hombre vestido con pantalón corto color crema, un chaleco tipo cazador , un gorro para el sol y un cubo que llevaba en la mano, al mirarle a la cara sólo pudo ver una gran negrura. Todos estaban quietos, como paralizados y con la mirada fija, unos mirando la carretera y otros hacia el campo que queda al lado opuesto de la calzada.

Al sobrepasarlos y mirar por el espejo retrovisor adviritió que aún seguían allí inmóviles sobre el asfalto. Fue entonces cuando despertó a su mujer que dormía en la parte de atrás junto a su hija y le contó lo que acababa de ver, ésta le contó que estaban por el camping de los Alfaques, donde hace algunos años murió mucha gente quemada y se vivió una auténtica tragedia.

Son muchos los testimonios que aseguran haber oído cánticos y haber visto a niños con atuendo veraniego paseando por la carretera a altas horas de la noche. Fantasmas de todos aquellos que allí murieron que todavía no saben que perecieron. 

El último testimonio es el del Guardía Civil Daniel, el cual contaba para el programa de Milenio 3, que estando de servicio junto con su compañera en febrero de 2010 en la zona de la playa donde murieron tantas personas, tuvieron un cara a cara con lo inexplicable.

Esa noche, llevaba ya 2 semanas destinado allí y junto con su compañera fueron a realizar un servicio de vigilancia exterior de la zona del litoral, por ser un lugar susceptible de alijos de droga. Sobre las 2 o 3 de la mañana, mientras hacían un barrido de la costa con sus cámaras de visión nocturna, justo en mitad de la playa apareció una silueta de mujer, de melena corta y con ropa no adecuada a la época del año que llevaba de la mano a un niño que parecía llevar una gorrita en la cabeza.

Les llama la atención el que esas figuras deberían de tener un calor que suele detectar la cámara de de visión nocturna y sin embargo no detectaba nada.

Paseaban lentamente por la playa, como lo haría una madre con su hijo en pleno agosto y se dirigían paralelamente al mar hacía el lugar en que estaban ellos y de repente desaparecieron sin dejar rastro. Los dos guardías pudieron verlos durante unos 20 0 25 segundos antes de que desaparecieran.

Deciden entonces bajar al punto exácto en donde les habían visto y allí no había huella alguna, ni lugar alguno en el que esconderse.

Cuando fueron al cabo de guardia para darle las novedades, éste medio en broma les dijo: “ Yá, haber si van a ser uno de los fantasmas de los del camping”.

sábado, 9 de marzo de 2013

Las vírgenes de Salem...




Un capítulo clamoroso en la historia de la brujería es el constituido por los procesos deSalem, alrededor de los cuales surgió en Amércia una vasta literatura.
Salem, situada a pocos kilómetros de Boston, era en 1692 una pequeña colonia agrícola de puritanos que transcurría con una vida tranquila y serena alrededor del pastor Parris. Un día, hacia la mitad de nero de aquel mismo año, Parris vió desde el púlpito a su pequeña Betty, de nueve años de edad, abandonarse a clamorosas manifestaciones de histerismo.
Sus gritos tremendos resonaron en medio del riguroso silencio de la sala y señalaron el inicio de la omplicada historia que mantuvo durante un año a los habitantes de Salem bajo el dominio del terror.
Betty y su pequeña prima Abigail Williams, de once años, vivían en casa del excesivamente atareado pastor una adolescencia un poco abandonada e incontrolada. Absorbían en aquel ambiente saturado del más absoluto calvinismo convicciones demasiado rígidas, empropias y peligrosas para su edad.
Con un estado de ánimo de esta clase, las dos primas encontraron un inmenso consuelo en reunirse con Tituba, una esclava mestiza sin edad, medio negra y medio del Caribe, que el pastor había trído consigo de las Barbados. Con los conocimientos de magia que había adquirido en la lejana isla de las Antillas y que tenían resabios africanos, Tituba transportaba a sus dos pequeñas señoras a un reino fabulosos que dependía del más allá y de sus misterios. Muy pronto, con la sensación de hacer algo prohibido y atrayente, casi todas las niñas de Salem tomaron la costumbre de reunirse clandestinamente en la cocina de Tituba.
Todo éste pequeño mundo escondido se dió  conocer cuando Betty, pocos días después del episodio e la iglesia, hizo otras extrañas manifestaciones, acompañándole su prima Abigail, poniéndose a ladrar como un perro y paseándose a cuatro patas entre los muebles de la casa del pastor. Se llamó a un médico, el cual dijo que sus conocimientos no servían de nada para curar ese mal, ya que, evidentemente, no era físico. Era incuestionable que el demonio había fijado su residencia en aquella localidad.
Una después de la otra, todas las niñas de Salem fueron interrogadas y fue dado a conocer el nombre de Tituba. Después, poco a poco, cada una de las niñas, por la mañana, empezó a revelar algunas visiones que había tenido durante la noche; personas que iban a verlas llevando en la mano el "libro negro" para inducirlas a firmar su afiliación al demonio, brujas que en sueños las habían perseguido, visiones de Saba llenas de personas desconocidas.
Las cárceles se llenaron de sospechosos y el juicio y la encuesta tuvieron lugar en una atmósfera llena de excitación. Las supuestas brujas eran interrogadas en la iglesia, ante la masa formada por los fieles, por los magistrados que habían llegado de Boston, armados de algunas verdades concretas: para ellos, eran culpables de brujería los que tenían ciertos signos en la piel y los que se hallaban en conexión con algunas enfermedades o desgracia como consecuencia de una pelea. Basándose en éste último principio, Rebeca, la vieja matrona del pueblo, llamada afectuosamente matrona y que hasta aquel día fue amada por todos, fue acusada, hallando la muerte. Se le había aparecido a una muchacha y la gente se acordó que hacía algunos años sus cerdos se habían ido al campo de un vecino, con el que Rebeca estaba peleada, y que aquel hombre había muerto.
Contra Susana Martín, que ya hacía veinte años vivía rodeada de sospechas, las pruebas fueron mucho más directas; había dicho a un campesino que se había negado a prestarle un carro: "tus bueyes ya no servirán para nada", y sus bueyes, poseídos por el demonio, se habían caído en el mar y se perdieron. Se sabía además, que Susana caminaba por las calles llenas de barro sin mojarse los zapatos.
Nadie en Salem tenía ya ganas para pensar en el trabajo de los campos, y la iglesia estaba siempre atestada de gente. En el banco de los sospechosos las personas respondían a las preguntas dándoles la espalada: detrás de ellos se hallaba la hilera de las muchachas acusadoras. Cuando alguna mujer negaba ser una bruja, las niñas chillaban como obsesas, porque decían, el espíritu de aquella mujer las perseguía. La autosugestión era tan grande que bastaba que una acusada moviera la cabeza o un brazo para que todas las demás hicieran lo mismo.
En junio tuvieron lugar las primeras condenas. Una siniestra carreta llevaba a los reos al "monte del ahorcado", donde las ejecuciones eran públicas. Sara Good, invitada por un sacerdote a confesar en aquel momento supremo que era una bruja, gritó desde el patíbulo: "Mientes, yo no soy más bruja que tú, mago; si me quitan la vida, Dios te dará sangre para beber" Algunos años después el sacerdote murió de una hemorragia, y mucho recordaron las profecías de la vieja.
Mientras tanto, en julio, el diablo se había trasladado a la vecina Andover, produciendo en sus habituales frutos, enfermedades extrañas, alucinaciones, etc.
Las prodigiosas muchachas de Salem, requeridas, fueron a Andover, y naturalmente, vieron en sus alucinaciones una cantidad enorme de brujas. Para reconocerlas re procedió de distinta manera que la anterior. Muchísimas personas fueron obligadas a desfilar, con los ojos vendados, ante las muchachas, las cuales debían tocarlas con las manos: los que se estremecían ante el contacto eran reos. El experimento fue enervante, ya que todos acababan por estremecerse, y la ciudad, llena de pánico, conocí el precipitado fin de sus habitantes.
Finalmente, un rico comerciante de Andover tuve un recurso genial: denunció a sus acusadores por calumnia, pidiendo mil libras esterlinas de indemnización si no conseguían probar sus acusaciones. Casi todos los restantes imputados hicieron lo mismo, y antes semjante amenaza, las acusaciones fueron retiradas una a una. Poco a poco, las aguas fueron calmándose y después de las ejecuciones de enero de 1693, un año justo desde el inicio del escándalo, la vida siguió su curso normal.
Salem parecía despertarse de una pesadilla, pero llevaba consigo los síntomas de la tormenta: veinte personas inocentes habían sido ejecutadas.

viernes, 8 de marzo de 2013

Cómo se interpretan los sueños?






La noche es el contro del día
"Cuando el hombre duerme, el alma vela" es un antiquísimo refrán que define el fenómeno de los sueños en la medida de las creencias populares. Es un hecho que desde el principio de los tiempos los hombres han intentado siempre hallar una explicación práctica de los sueños: existen antiquísimos testimonios referentes a las prácticas interpretativas de los sueños. El verificarse un episodio, ya sea pequeño o grande, después de haber sido advertido anteriormente por un sueño, ha persuadido a los hombres de todas las épocas de que deben existir fuerzas misteriosas que actúan sobre nosotros o bien a nuestro alrededor.
También los antiguos sabios, los magos y los profestas han explicado siempre que gran parte de los sueños dependen de los influjjos de nuestro propio cuerpo (molestias momentáneas, mal funcionamiento del organismo, etc) por tanto, ha sido siempre extremadamente difícil separar la propia materia, debida a los influjos del cuerpo, de nuestra parte espiritual para poder interpretar los sueños.
Como norma general, se ha afirmado siempre que los sueños realmente referibles a revelaciones positivas son los del individuo sano, sobrio y sereno. Lo que no significa, como es logico, que no se deban tener en cuenta los sueños de los individuos no sanos, ni sobrios ni serenos. Sobre este tema se encuentran gran número de contradicciones y de complicaciones. Es dificilísimo una vez que un sueño ha sido explicado y narrado, conseguir atar cabos, relacionar los motivos y extraer el significado lógico de manera que se pueda traducir en una serie de hechos con motivaciones comprensibles.
He aquí la razón por la que los intérpretes de sueños han sido siempre onsiderados como verdaderos sabios, depositarios de la verdad y magos infalibles. La interpretación y adivinación de los sueños era considerada de gran importancia entre los caldeos, los persas, los árabes, los egipcios, los griegos y los romanos. En aquellos tiempos, los sueños (en el sentido de adivinación) ejercían notable influencia incluso sore las religiones. En Babilonia llegó a ser tan importante la interpretación de los sueños que se crearon sacerdotes especiales encargados de ésta misión.
A éstos se debe, dicen los textos, la fórmula basilar, transmitida hasta nuestros días y tenida todavía como válida. Esta fórmula dice que para conseguir la explicación exacta de un sueño:
es necesario que se haya tenido en el amanecer o en aquella determinada hora de la noche en ue se disipan las emanaciones digestivas, las cuales no tienen que influir sobre el cerebro; el cerebro debe estar libre de nubes para que, de este modo, el sueño no se vea turbado por emociones de inguna clase y se le pueda recordar perfecta y minuciosamente al despertar.
Otra norma recomienda, al despertarse, intentar escribir todos los particulares de nuestros sueños sin olvidarse de ningún detalle.
Todo el mundo sabe que la autoridad de los adivinadores fue siempre tan profunda e indiscutible que desde los tiempos más antiguos la interpretación de los sueños constituyó una de las principales funciones de los magos.
Los primeros testimonios que se conservan en lo que se refiere a este arte tan particular de la magia, dicen que ésta ciencia era conocida con el nombre de brizomancia. Estas definiciones fueron cambiando: se le llamó oneirocracia, después oneiromancia (de oneiros=sueño, y manteia=adivinación) y, finalmente, se llamó oniromancia.
Este arte se subdivide en dos ramas: oniroscopia, que significa "observación de los sueños", y onirocritia, que se refiere precisamente a la explicación e interpretación de los sueños.
En éste punto se presenta automáticamente un interrogante: ¿se puede creer y tener fe en un arte tan nebuloso?
La famosa Madame de Thèbes (en su tratado Enigme du reve) escribió: "No se debe dar a la interpretación de los sueños el carácter de certeza absoluta. Hay que hacer una neta distinción entre la ciencia y la fantasía, admitiendo que los sueños son generalmente reminiscencias y reflejos de nuestras preocupaciones, y que más raramente se trata de verdaderos presagios. No se debe considerar la clave de nuestros sueños tal como se consideran los Evangelios"
Dice el célebre Tieck: "Quién puede decir hasta qué punto nuestros sueños revelan la fisonomía de nuestro interior? Si bien algunos sueños luminosos adquieren casi el valor de visiones reveladoras, otros son producto de dolor de estómago o de hígado. Semejante mescolanza, tan complicada, de nuestra naturaleza hecha de espíritu y materia, de criatura animal y angélica, suscita en todas las funciones una infinita cantidad de matices que hacen que sea realmente difícil encontrar un principio general"
En cambio, dices Pitágoras: "El sueño, la somnolencia y el éxtasis son las tres puertas abiertas que tenemos sobre el mundo sobrehumano de donde proviene la ciencia del alma y el arte de la adivinación".
Dice Albert: "La noche es el contro del día, y detrás de un sueño se puede ver si una facultad está por nacer, si se desarrolla o si se estropea".
Dice Schopenhauer: "El sueño es el anillo, el puente que una a la conciencia en estado de sonámbula con la conciencia en estado de vela".
Finalmente, encontramos en las Sagradas Escrituras: "Dios se sirve de los sueños para que el hombre pueda ver a través de las tinieblas".
Por más vueltas que le demos, nos encontraremos siempre con este interrogante esencial: ¿los sueños son verdaderamente proféticos?
La ciencia lo niega perentoriamente, el psicoanálisis, aun interesándose profundamente en la interpretación de los sueños, no toma tampoco en consideración su posibilidad de adivinación.
En cambio, los ocultistas están segurísimos de este poder de los sueños. Según ellos, el desdoblamiento de un individuo en el Yo corporal y en el Yo astral o psíquico acontece durante el sueño.
De este modo, en los sueños tiene lugar l atelepatía o el presentimiento, porque en el sueño el espíritu se libera de la envoltura del cuerpo y se comunica fácilmente con el mundo astral.
Una cosa es segura: la fe en los sueños ha sido siempre una característica de los hombres, a través de los siglos y de las tradiciones, ha sido transmitida hasta nuestros días y continuamente se ha vivificado y difundido.
***En otra entrada hablaré de la clasificación de los sueños y su significado :)



LA LEYENDA DE LA LLORONA...


LEYENDA DE LA LLORONA...


Se cuenta que existió una mujer indígena que tenía un romance con un caballero español, la relación se consumó dando como fruto tres bellos hijos, los cuales la madre cuidaba de forma devota, convirtiéndolos en su adoración. Los días seguían corriendo, entre mentiras y sombras, manteniéndose escondidos de los demás para disfrutar de su vinculo, la mujer viendo su familia formada, las necesidades de sus hijos por un Padre de tiempo completo comienza a pedir que la relación sea formalizada, el caballero la esquivaba en cada ocasión, quizás por temor al qué dirán, siendo él un miembro de la sociedad en sus más altos niveles, pensaba mucho en la opinión de los demás y aquel nexo con una indígena podría afectarle demasiado su estatus .

Tras la insistencia de la mujer y la negación del caballero, un tiempo después, el hombre la dejó para casarse con una dama española de alta sociedad. La mujer Indígena al enterarse, dolida por la traición y el engaño, totalmente desesperada, tomó a sus tres hijos, llevándolos a orillas del rio, abrazándolos fuertemente con el profundo amor que les profesaba, los hundió en el hasta ahogarlos. Para después terminar con su propia vida al no poder soportar la culpa de los actos cometidos.

Desde ese día, se escucha el lamento lleno de dolor de la mujer en el río donde esto ocurrió. Hay quienes dicen haberla visto vagando buscando desesperada, con un profundo grito de dolor y lamento que clama por sus hijos.

La culpa no la deja descansar, su lamento es escalofriante, quienes han logrado verla a través de sus ventanas ven una mujer vestida enteramente de blanco, delgada, llamando a sus hijos y que se esfuma en los rios y lagos buscandolos....

martes, 5 de marzo de 2013

Fotos varias (fantasmas)

Aquí teneis unas cuantas fotos de fantasmas, seguro que ya habeis visto mas de una...










¿Qué és un fantasma?

Podríamos definir el término "FANTASMA" como la representación visual, acústica o táctil del cuerpo no físico de una persona fallecida que, por diferentes motivos o circunstancias de su transitar como ser humano por el mundo de la vida, se ve aferrado a la misma bajo otra forma de existencia no física, manifestándose de diferentes formas ante seres humanos (familiares o amigos dependiendo del grado de vinculación entre ellos u otras personas y desconocidas para éste ente) y en determinados lugares dependiendo de la carga psíquica existente para ellos y en ellos.
En la obra Las Fuerzas Físicas de la Mente (Editorial Sal Térrea, 1969), Oscar González Quevedo define el concepto de Fantasmogénesis como "el fenómeno de la producción ectoplásmica de un fantasma, al menos en apariencia entero, de persona, animal o cosa. El fantasma tiene cierta consistencia material, aunque es más o menos tenue, transparente, con poquísimo peso con relación al modelo reproducido. No es necesario decir que ocurrieron fraudes y tentativas de engaño, lo que dio mayor mérito a la comprobación de los fenómenos auténticos. La formación del fantasma es un fenómeno de ideoplastia, plastificación externa de la imagen inconsciente que tiene el médium, y dependiente de éste en todo: peso , materia, movimiento, sensibilidad, etc. Este fenómeno está, por lo tanto, clasificado entre los extra-normales".
Cuando el fallecimiento de un ser se completa, de su cuerpo físico se supone que se desprenden los cuerpos etéreos (cuerpo mental, emocional y espiritual). Estos tres cuerpos que forman una unidad llamada CUERPO ETÉREO forman lo que se denomina el Cuerpo Astral. Se han constatado que tras el fallecimiento de una persona el cuerpo físico pierde (aproximadamente) unos 150 gramos de peso que muchos presuponen que se podría tratar del peso del cuerpo astral. No obstante todo esto no es más que un planteamiento especulativo. Es evidente y también se ha comprobado que esa pérdida de peso es común en todos los fallecidos y, en principio, no se debe a ninguna causa aparentemente explicable (perdida de tejidos, volumen de aire en los pulmones, líquidos o fluidos corporales, etc...)