lunes, 4 de marzo de 2013

Fotos Hospital de la Arrabassada (Tarragona)

Una de mis pasiones (aunque acabo de empezar tambien) es visitar lugares abandonados, ya sean pueblos, parajes, casas u hospitales.

Hace muy poquito tuve la oportunidad de ir con un amigo a un par de éstos sitios: El parque Aquátic Paradís de Sitges y el Hospital de la Arrabassada en Tarragona, ambas  muy gratas experiencias pues pudimos entrar sin problemas y hacer un montón de fotos.

Os contaré un poco sobre el hospital:

Según las investigaciones, es un sitio lleno de historias crueles y sobrecogedoras, el Hospital preventivo o sanatorio para prevenir enfermedades torácicas, contagiosas, sobretodo la tuberculosis que en tiempos de la posguerra civil llegó a ser una de las grandes epidemias.

Se habla mucho de lo ocurrido en éste Preventorio, sobre todo entre los años 1946 y 1967. Durante décadas, éste fue el lugar donde generaciones de niños iban de colonias o campamentos a la costa, la mayoría procedentes del centro de España. La mayoría tan siquiera conocían el mar, los niños y sus padres imaginaban que iban a disfrutar de unas vacaciones junto a la playa, pero muchos de ellos hablaron más tarde de los sufrimientos y castigos sucedidos bajo el sol.
Muchos de ellos cuentan que soportaban una disciplina dura y absurda, algunas declaraciones se pudieron leer en el Diario comarcal.

El Preventorio La Sabinosa se construyó en 1929, durante la dictadura del General Primo de Rivera.

El hospital es como un pequeño pueblo, donde se pueden encontrar calles y avenidas, pequeñas plaza, fuentes y pabellones. Comenzó como preventorio en 1946 hasta su cierre en abril del 1967. Durante ese tiempo, miles de niños estuvieron internados entre tres y seis meses, con el objetivo de prevenir las enfermedades de las que hablábamos antes. Estos chicos, entre 7 y 14 años procedían de distintos lugares, la gran mayoría de Madrid, llegaban en tren en vagones de tercera clase tardando hasta 24 horas, un trayecto que realizaban tumbados en el suelo o hacinados en los bancos de madera. Al llegar, los chicos se alojaban en módulos, por estatus social, uno de ellos reservado a los de condición social más humilde y a los más conflictivos. Algunos de los niños fingían dolencias para conseguir una mejor alimentación y librarse durante unos días del peor módulo. Tal era la situación que muchos se escapaban y utilizaban la vía del ferrocarril para escapar, a los que conseguían capturar se les imputaban castigos incomprensibles y espeluznantes hoy en día.


























































2 comentarios:

  1. Me parece una afición muy interesante y está genial que en tu zona tengas sitios tan curiosos para visitar. Próximo reto: la grabadora y a ver que se oye :-)

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  2. jajjaja estoy en ello, en breve intentaré visitar otro de éstos sitios y prometo llevar la gravadora ;)

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